domingo, 16 de diciembre de 2012

35a Media Maratón de Vitoria 2012


A las 7.30 de la mañana de un domingo, se ven cosas curiosas por la Calle Santiago. Para muchos está terminando la noche y se apuran los ultimos botellines mientras se refuerza el estomago con una ración de callos o codornices en la torre. Siempre hay alguna oveja descarriada levantando la voz, o algún coche arrancando fulgurantemente...

Lo que es más raro es encontrarse con algún sujeto con bolsa deportiva al hombro, pero de vez en cuando, esto ocurre. El ultimo domingo fue uno de esos extraños días, ya que dos miembros todotorreznos iniciaban el día del señor en ruta hacia la capital vasca: vitoria-gasteiz.

Ambos todotorreznos comparten nombre, y curiosamente sus sobrenombres guardan similitud, pero hay una clara diferenciación en sus mejores marcas deportivas.

Para Sergio-Chaba, es su segunda presencia en la media maratón de Vitoria. Para Sergio-Chi, es su eusko-bautismo.

El camino se hace ameno. Apenas hay tráfico y las temperaturas que marca el automóvil hacen presagiar un buen domingo a la vista. Además, según vamos avanzando por el camino, aparecen más claros en el cielo. Al llegar a nuestro destino, aparcamos sin dificultad, aún queda casi una hora para el comienzo de la prueba y hemos sido de los más madrugadores.

Damos un paseo por las instalaciones anexas a la prueba: el frontón y las piscinas. Todo muy limpio y con buen aspecto. Recojemos nuestros dorsales y aquí ya tenemos un detalle de la capacidad organizativa de esta gente: en una de las esquinitas del dorsal vienen cuatro imperdibles enganchados. Habrá a quien le parezca una tontería, pero a mi me pareció de lo más curioso... Además el dorsal tiene ya el chip incorporado, lo que implica evitarse ataduras en los cordones o tener que devolverlo al acabar la carrera...

Disponemos de una taquilla para dejar nuestras pertenencias y nos ponemos el traje de faena para empezar a calentar músculo. Lo hacemos en una pista de atletismo enteramente a nuestra disposición.

Damos tres vueltas en modo “trote cochinero” sin cruzarnos con nadie en nuestros giros. Miento; un representante de la fauna autóctona, ya en avanzada edad, y con evidentes síntomas de embriaguez, nos deleita con una serie de canciones ininteligibles, y no porque cantara en euskera, no... cantaba en castellano aunque con poco esfuerzo en vocalizar.

Volvemos a la zona de las piscinas, donde se sitúan nuestros vestuarios. El nivel de actividad ha aumentado notoriamente. Nos llegan los tipicos olores en este tipo de recintos y momentos: reflex, efluvios consecuencia de las ultimas evacuaciones corporales en el baño, etc...

Y ahora ya si que si, nos incorporamos a la muchedumbre en las inmediaciones de la salida, ya ataviados con nuestra vestimenta todotorreznil. Ahora ya si que se respira la exticación habitual previa a la carrera. Muchos grupitos, muchos peinados “borroka”, mucha camiseta reivindicativa, aunque ninguna tan elegante como la nuestra.

Un inciso: nos hemos dado cuenta de que como realmente se diferencia a la gente durante una carrera, es por la espalda. A nuestras camisetas creo que les falta alguna mencion por la parte trasera...

Y tras tomar sitio, y rodeados de corredores, aunque sin apreturas, dan la salida. Sergio-Chaba en seguida se pierde entre la masa, mientras yo me dejo llevar. Está claro que mi metabolismo es diesel y tarda unos kilómetros en alcanzar su rendimiento optimo. A la altura del km 3 la carrera vuelve sobre si misma en una gran avenida y los dos todotorreznos se saludan alegremente con la mano. No volverán a verse hasta el final de la carrera...

El recorrido es muy asequible. Es cierto que es asfalto en su totalidad, con todo lo que eso implica, pero apenas si hay desnivel, salvo un repecho de unos 3 kilometros a mitad de carrera. Coincide con una parte de la ciudad poco vistosa y muy exterior, y el viento nos castiga durante unos 20 minutos que se hacen duros, pero exceptuando esta circunstancia, es una carrera bastante llevadera.

Eso si, los ultimos kilómetros se tienen que hacer duros siempre, pero la animación de la gente te lleva en volandas a la linea de meta. Muy satisfecho, veo en el tiempo de la llegada que he mejorado mi marca personal. Y eso que aún no es tiempo oficial, seguro que aún gano unos 10-15 segundos. La organización nos enfila inmediatamente a la zona del frontón cubierto, donde recibimos la bolsita con los obsequios habituales: la bebida isotónica, unos frutos secos, etc...

Me pierdo durante unos momentos por las enormes instalaciones y por fin llego a la zona de mi taquilla donde me encuentro con un ya duchado y casi cambiado Sergio-Chaba que me comunica que tambien ha batido sus tiempos. Me muestra un SMS recibido en su telefono movil por parte de la organización comunicándole su tiempo oficial asi como su puesto en la clasificación ¡Que eficiencia!

Me ducho, con agua aún algo caliente (esto es muy de agradecer) y me cambio. Al poco de salir del recinto, yo tambien recibo mi correspondiente SMS. Dejamos las cosas en el Auto-Chaba-Movil y nos disponemos a caminar tranquilamente hasta el centro de la ciudad, donde hemos quedado con un amigo mio de Aranda y su mujer. Caen un par de rondas de zuritos y comemos en un restaurante de la plaza de la Cruz Blanca.

Por ahí no se estila el Torrezno, pero los productos vacunos no desmerecen en absoluto y decidimos reponer fuerzas con una chuleta de lo más apetitosa...

Tras un café en un parque publico, volvemos al vehículo y casi 12 horas después de haber salido de la villa que alegra Castilla, volvemos a nuestro punto de partida

¡Larga vida al Todotorrezno! 

1 comentario:

  1. Enhorabuena campeones... Chaba, hay que cortar ese pelo de otra forma, seguro que te resta tiempo en carrera.

    ResponderEliminar

Próximos Almuerzos