Duro no, durísimo no, super duro no, extremo de duro, puede. De ahí su nombre.
Y como bien dijo Víctor en el coche, "es como si vas a un maratón sin entrenar, lo pasas mal", pues eso.
A las 5:00 am salimos hacía Covaleda, Víctor, yo mismo y Javi (le nombro el último porque no es oficialmente del equipo TTT, pero hay que quererle igual).
Llegamos de noche, sin luz. Sólo la que la luna llena nos aportaba, y daba ambiente místico a la recogida del dorsal.
Después del rito iniciático de cada carrera, un poco de calentamiento.
En la zona de salida algún conocido más, el Toñín, que tiene un hermano gemelo. Sí hombre.
Pues a las 8:10 pistoletazo de salida y sálvese quien pueda. Ale, a darle. En mi caso la expectativa eran unas 7,5 horas. Buf.
Los paisajes increíbles de bonitos, el día espectacular, la organización de 10. Todo iba bien. Disfrutando hasta coronar Urbión.
Más o menos en el km 20 empieza la Odisea, calambres en ambas piernas, justo antes de la subida hacia el Raso de Paules Altas. El tiempo se detiene, y las piernas pesan una tonelada. Después de parar a estirar un ratillo, continúo esa subida, cada paso cuenta.
Al llegar arriba, un voluntario de la organización me da un pequeño masaje. Aunque hubiera sido el mismísimo demonio, me hubiera dejado tocar. Y consigo olvidarme de los calambres, al menos durante la siguiente bajada.
En el siguiente avituallamiento, consigo un poco de alcohol (de frotar, no de beber), para calentar los músculos de las piernas.
Durante la travesía veo a dos compañeros retirarse, uno por esguince, y otro por molestias insoportables en la cadera.
El último tramo, el del hayedo, ese se lo podían haber metido por donde la espalda pierde su nombre. Pero es que el reto era ese... de ahí el nombre de "Xtrem".
Al menos tenía que intentar llegar a meta. Cosa que consigo 9 horas después de la salida, 35km y 2500m de desnivel positivo.
Para los mortales como yo una auténtica hazaña. Buf!
La carrera más brutal a la que me he enfrentado hasta la fecha. ¿repetiremos? quien sabe, estoy muy tonto.
"Un carrera de 35 kilómetros. Los corredores salieron de la plaza hacia el Refugio del Becedo (1620 m, km 3.7) por el Arroyo de la Tejera para seguir ascendiendo al Refugio del Muchachón ( 1.894 m, km 6). Desde allí descendieron a la primera de la lagunas, la del Hornillo hasta llegar a visitar un pequeño hayedo (1.702 m, km 8.3) donde cruzaron un arroyo para comenzar un nuevo ascenso por el Chozo del Polo hasta Mojón Alto (2.080 m, km 10.5) y de ahí a la Laguna Helada (2.000 m , km 11).
Continuaron descendiendo a través del GR-86 hasta llegar a la Laguna Negra (1.800m, km 12.5) que bordearon por debajo de la cuerda para subir por el portillo en dirección al Pico Zurraquín (2.073 m, km 13.8). Desde allí, y durante un trayecto con continuos desniveles por los valles de origen glaciar típicos de la zona llegaron a la Laguna Larga (2.000 m., km 15.9) para mirar ya hacia el Pico Urbión (2.200 m, km 17.2) lugar donde se ubicó el tercer avituallamiento, en este caso líquido.
Allí comenzó el descenso al nacimiento del Duero (2140 m) para seguir hacia el Raso de Paules Altas (1.750 m, km 21) donde disfrutaron del avituallamiento número 4, sólido-líquido, lugar donde comenzaron un nuevo ascenso por la Laguna de la Oruga, la del Abanto o la del Terrerón entre otras hasta llegar a Llanos de la Sierra (1964 m, km 23.2), desde donde descendieron hasta el Puente de Jaramillo (1.320 m, km 28.3) por el Raso de Zamplón. Desde allí continuó la carrera por el Hayedo llegando a los Hornos (1.600 m, km 30) para bajar por Cueva el Ombligo hasta la meta."
[fuente: www.pinaresnoticias.com]
